A través de este texto, se aborda un relato que, en primer lugar, analiza la forma en la que las narrativas de ficción contribuyen a mejorar y a crear climas de sensibilización y prácticas empáticas. Por otro lado, explora las posibilidades que las prácticas artísticas, creativas e imaginativas ofrecen como recurso educativo.
Los medios artísticos son medios de construcción e interpretación simbólica de mundos y del mundo. Pero requieren un período de adquisición y asimilación de la forma en la que estos medios desarrollan sus estrategias y capacidades comunicativas. Unas capacidades que se establecen mediadas por la experiencia estética, especialmente en los medios artísticos más contemporáneos, innovadores y vanguardistas.
Después de haber expuesto las consideraciones anteriores, y tratando de exponer algunas de las problemáticas a las que la educación artística se enfrenta en el presente, de cara a consolidar y garantizar su futuro, a mi juicio, uno de los factores que actualmente resultan más problemáticos, en el sentido de una carencia casi absoluta al respecto, es la falta de un corpus de estudios filosóficos, de pensamiento, sobre la propia disciplina de la educación artística. Este hecho puede llegar a entenderse o tratar de justificarse por la relativa juventud de la educación artística como una disciplina de creación de conocimiento autónoma, si es que realmente existe como tal, ya que, como hemos visto, entre los propios profesionales de la educación artística, ni siquiera se tiene claro este aspecto muchas veces.
Después de haber expuesto las consideraciones anteriores, y tratando de exponer algunas de las problemáticas a las que la educación artística se enfrenta en el presente, de cara a consolidar y garantizar su futuro, a mi juicio, uno de los factores que actualmente resultan más problemáticos, en el sentido de una carencia casi absoluta al respecto, es la falta de un corpus de estudios filosóficos, de pensamiento, sobre la propia disciplina de la educación artística. Este hecho puede llegar a entenderse o tratar de justificarse por la relativa juventud de la educación artística como una disciplina de creación de conocimiento autónoma, si es que realmente existe como tal, ya que como hemos visto, entre los propios profesionales de la educación artística, ni siquiera se tiene claro este aspecto muchas veces.
Que las artes son un medio privilegiado de conexión con el mundo es algo que, a estas alturas, ya nadie pone en duda. Pero conviene tenerlo presente, especialmente cuando un artista conecta de la forma en la que lo hace Toni Costa, con un fragmento de mundo y de vida, y lo hace de una forma tan sensitiva, experiencial, apasionada y a la vez analítica como queda reflejado en sus trabajos.