Hay unas imágenes que se presentan como fragmentos acaecidos de un pasado no tan lejano. Estamos hablando de las imágenes fotográficas del pasado. Desde la invención de la fotografía y su continua y constante popularización hasta llegar a las actuales cámaras digitales, esta ha ido constituyéndose poco a poco como el instrumento más adecuado para ir depositando y construyendo incluso la esencia de la propia memoria visual, desde los ámbitos y eventos de la vida privada, hasta las demostraciones públicas o espacios de la vida cotidiana compartida.
Ciertamente, el profesor José Miguel García Cortés, nos propone una interesante lectura con su libro: Políticas del Espacio, Arquitectura, género y control social. Una propuesta de reflexión teórica en torno a las relaciones que se establecen entre el espacio o espacios urbanos, sus realidades y propuestas arquitectónicas y urbanísticas, es decir, políticas, y las interacciones entre los diferentes grupos sociales que la componen, mayoritarios y minoritarios, dominadores y dominados, resistentes y sumisos, etcétera.
El kitsch, si hemos de redefinirlo de alguna manera y de aceptar su valor nominativo y su presencia en la cultura, lo haremos sin preservar esa antagónica dualidad de sus históricos críticos, que contraponía ambos términos, kitsch y arte, como contrarios e irremisiblemente enemistados.
El texto representa, o trata de poner en cuestión, las características que los autores creen son definitorias del carácter estético del cine, a través de un recorrido por sus especificidades, desde el montaje o la narración hasta el proceso de recepción por parte del espectador y el papel que este juega en ese proceso.
En primer lugar, trata de definir el propio marco conceptual en torno al que se mueve el cine, destacando su aspecto visual, pero también el papel esencial que juega el sonido en la propia obra cinematográfica.
Este proyecto, que es simplemente una utopía, aunque neguemos la evidencia y lo publiquemos aquí como forma de resistencia a su muerte y olvido. Surge en el seno de las aulas de escultura de la Facultad de Bellas Artes de Valencia, bajo la coordinación de la artista y profesora María Zárraga, y se materializó en un texto manifiesto y en una estupenda maqueta.
A la hora de enfrentarse al papel en blanco para tratar de elaborar un texto de crítica de arte como pretende ser este, el autor, ha de transmutar de alguna manera su propia personalidad, su propia esencia y su propia visión del mundo para entrar en comunión con la materia artística objeto de su apreciación crítica. Solamente de esta manera, instalándose cómodamente en la observación pura, consumiendo y saboreando lentamente ese tiempo de irradiación mutua entre el objeto artístico y el Yo, en el que se produce un intercambio de vivencias sensoriales. Solo así, a través de la experiencia estética vivida, estamos en disposición de acometer un acto tan atrevido como es el de escribir en torno a la obra de un creador, de alguien que nos lleva tanta ventaja en la construcción, y sobre todo en la búsqueda siempre insatisfecha de ese objeto bello y místico hasta la saciedad.
En dates recents, el pintor sevillà Luís Gordillo, feia unes declaracions a un mitjà audiovisual amb motiu d’una gran exposició seua celebrada al MACBA amb el títol de Super Yo Congelado, en les que reflexionava sobre la seua obra i el paper de la crítica d’art. Afirmava Gordillo, que les seues obres, o qualsevol producció d’art contemporani, va més enllà de les pretensions atorgades pel mateix autor, convertint-se en un motiu o referent per a un altre procés creatiu, el produït pel crític en abordar l’obra. Un procés creatiu desencadenant d’un altre que versa sobre el primer.
Del 14 de març al 15 d'abril de 2003, va romandre oberta al públic l'exposició al voltant de l'obra i la figura del Pintor Antonio Cortina i Farinós, organitzada i gestionada per mi mateix i el també historiador de l'art i Màster en Gestió Cultural: Luis López Villar, treballant estretament i formant l'equip tècnic de l'exposició. Juntament amb nosaltres va treballar també en primera línia el Comissari Científic de l'exposició Joan Carles Gomis Corell, professor de la Universitat de València i amic, i portant de manera molt professional la coordinació tècnica de la Xarxa de Museus el tècnic José V. Aguilar, al qual agraïm profundament la seua col·laboració i interés pel projecte. A més, també van col·laborar Eva Buil Albertus i Pablo Cisneros en treballs de documentació i redacció de textos, i Ignasi Gironés en la restauració de les obres.
Hacer filosofía, el acto de pensar, es una actividad que permanece, en apariencia, restringida al ámbito académico universitario. Departamentos, facultades, escuelas y universidades, constituyen el mundo en el que se adscribe al profesional de la filosofía. Pero cabe plantearse, con seriedad, qué papel juegan en el mundo los profesionales de la filosofía, cuál es su aportación a la sociedad. Qué clase de filosofía se está llevando a cabo en las universidades. Por qué no se puede hacer filosofía desde el mundo y para el mundo. Qué relación se establece entre el cine y la filosofía.